Descripción:

Se trata de un urodelo de tamaño mediano a grande, que llega a medir hasta 16 cm en las hembras algo menos en los machos. De estos, más de la mitad corresponden a la cola. Tiene la cabeza aplanada con el hocico ligeramente en punta, los ojos en posición bastante lateral con el iris dorado y glándulas paratoideas bien visibles.
El cuerpo es redondeado o algo aplanado lateralmente con cuatro dedos libres en los miembros delanteros y cinco en los traseros. La cola es muy aplanada lateralmente  y acabada en punta. A lo largo de la cola presenta una línea longitudinal clara casi blanquecina.

La piel es granulosa con el dorso en colores verdes más o menos intensos sobre el que aparecen manchas oscuras libres o interconectadas. El vientre es negruzco con pequeños puntos blancos dispersos. Se han dado casos de mecanismo y albinismo total o parcial.
Las cabeza es menor, en proporción, en los machos que en las hembras, mientras que las patas son más largas en estas últimas.

En época de celo los machos desarrollan una cresta muy alta y vistosa que posee franjas verdosas o amarillas.
El renacuajo mide unos 7 cm, posee una cresta que empieza en la cabeza. La cola es puntiaguda y en los costados presenta doce surcos laterales no muy visibles. El dorso suele ser pardo moteado pero se va tornando cada vez más verdoso.

Biología y ecología:
Está presente en multitud de ambientes en los que haya puntos adecuados para reproducirse. Por lo general puede encontrarse desde fuentes y pilones, hasta arroyos con poca corriente, lavaderos o acequias o sobre todo charcas con poca profundidad y algo de vegetación.
Puede llegar a alturas de hasta 2100 metros en el Sistema Central. En el área que nos ocupa suele permanecer activo desde mediados de Febrero hasta Octubre, pasando un pico de inactividad en lo más duro del verano en las partes más bajas de su distribución. La reproducción comienza en Valsaín en Abril y se puede extender hasta Junio-Julio en las partes más altas. Durante esta época los machos llegan a las charcas en las que pueden permanecer entre 1 y 56 días. Y algunos de ellos empiezan a defender una pequeña parcela de éstas, durante un día o incluso sólo algunas horas. Durante este periodo existen machos agresivos que pueden llegar a cercenar la cola de otros machos mordiéndola. Los machos atraen a las hembras con movimientos ondulatorios de la cola y en algunas ocasiones apuntando la cola hacia ellas para luego volver a moverla. El macho se coloca delante de la hembra o a su lado y empieza a arrastrarse por el fondo realizando el movimiento ondulatorio de la cola. En el momento en que la hembra empieza a tocar al macho este libera el espermatóforo y conduce a la hembra hasta él. Unos días después de la transferencia del espermatóforo la hembra comienza a poner uno a  uno entre 200 y 400 huevos, de unos 2 mm de diámetro doblando las hojillas de la vegetación proceso en el que tarda varios días o incluso semanas.

Los renacuajos aparecen a los pocos días de la puesta y tardan en completar la metamorfosis varios meses dependiendo de la disponibilidad de alimento y la temperatura del agua. Normalmente es a mediados de verano cuando se empiezan a ver los primeros metamórficos que empiezan teniendo entre 2 y 3 cm. Alcanzan la madurez sexual entre los 2 y 3 años, cinco incluso en las partes más altas. Llegan a vivir entre 12 y 16 años llegando individuos en cautividad hasta los 25. Se estima una tasa de supervivencia anual de hasta un 80%.

La alimentación de los adultos se basa en larvas de coleópteros, dípteros, gasterópodos y oligoquetos. También consume otros renacuajos de otros anfibios como sapos corredores o ranas comunes.  También se han citado casos de canibalismo sobre larvas de su misma especie. Los renacuajos comen invertebrados acuáticos y larvas de insectos. Entre sus predadores están el turón, la nutria, las culebras de collar y viperina, garzas y cigüeñas. Mientras que los renacuajos son presa de otros anfibios, larvas de libélulas o escarabajos acuáticos y culebras de agua.

Como mecanismo de defensa estiran las patas traseras y mueven la cola hacia el estimulo, a veces levantan la cola hasta los 90º y excretan una sustancia mucosa.
Entre sus amenazas podríamos citar la perdida de los puntos de agua para su reproducción y los atropellos, aunque parece que la población goza de buena salud.

Como dato curioso decir que en los montes de Valsaín los hemos encontrado en buen número en los alrededores de los jardines del Palacio y prácticamente desaparecidos en zonas más altas del pinar para volver a encontrarlos en las charcas más altas de la zona.