|
|
|
|
|
|
Descripción:
De cuerpo cilíndrico y alargado, cuello poco diferenciado, hocico redondeado y extremidades muy poco desarrolladas, con tan sólo tres dedos en cada una, podría ser confundido, por el observador neófito, con una culebra. Es un eslizón grande pudiendo superar los 44 cm de longitud (hasta 21 cm cabeza y cuerpo). Las hembras son algo mayores que los machos y poseen una mayor separación entre los miembros delanteros y traseros que estos. Los ojos tienen párpados móviles, son capaces de cerrar los ojos (rasgo que les diferencia de las serpientes y les acerca a los lagartos). |
|
|
|
|
|
Hembra grávida de eslizón tridáctilo (Chalcides striatus) con cola regenerada.
| |
|
Tiene un tímpano grande y visible y el cuerpo recubierto de escamas pequeñas, lisas, brillantes e iguales entre dorso y vientre, lo que le confiere un tacto muy agradable. Posee una coloración variable pardo-grisáceo o pardo-oliváceo (en la Sierra de Guadarrama la gran mayoría de los ejemplares que hemos visto eran más bien grisáceos) con 9 líneas longitudinales oscuras (a veces 11 ó 13), cuando se ve en movimiento entre la hierba, tiene un aspecto oscuro. La zona ventral es más clara normalmente grisácea o blanquecina.
Los recién nacidos, son una réplica de los adultos de apenas 10 cm de longitud y menos de 1 gramo de peso. Juveniles y subadultos son muy similares a los adultos. |
|
|
| |
|
|
|
|
El eslizón tridáctilo (Chalcides striatus) no parece que tenga un gran área de distribución dentro de Los Montes de Valsaín, pero allí donde lo hemos encontrado parece abundante, como en el caso de la ladera sur del Cerro de Matabueyes.
| |
|
Biología y ecología:
El hábitat ideal del eslizón tridáctilo ibérico en la Sierra de Guadarrama, podríamos definirlo como prado herbáceo espeso del pie de monte, fresco y húmedo durante la mayor parte del año, con orientación a solana, alguna roca de mediano tamaño y algún arroyo atravesándolo.
Hemos encontrado este eslizón también en eriales, bordes de arroyos, puertos de montaña, zonas entre sembrados y trampales hasta los 1600 m.s.n.m. (la bibliografía habla de hasta 1800).
En ocasiones compartiendo hábitat con el eslizón ibérico (Chalcides bedriagai) como por ejemplo en San Rafael u Otero de Herreros, en ambientes más rocosos, secos y con hierba más corta.
La bibliografía habla de un espacio vital de aproximadamente 15 m2 con desplazamientos diarios de entre 1 y 10 m (nuestra experiencia es que hemos podido encontrar el mismo ejemplar marcado, durante una buena temporada, bajo la misma piedra).
| |
|
| |
|
|
|
|
Detalle de eslizón tridáctilo (Chalcides striatus). Se puede observar el escaso desarrollo de los miembros anteriores y la presencia de tan sólo 3 dedos en cada uno de ellos
| |
|
Tiene hábitos diurnos, pero en los días calurosos del invierno sólo tiene actividad en las primeras y últimas horas del día (hemos comprobado que en los días frescos y a última y primera hora del día se mantiene bajo piedras medianas que se calientan rápido y mantienen el calor, mientras que en los días más calurosos lo hemos encontrado en muchas ocasiones semienterrado en la arena fresca o entre la vegetación de las zonas más húmedas como arroyos secos o pequeñas vaguadas).
Entre Octubre y últimos días de Febrero hiberna, normalmente en huras de animales o bajo enormes piedras. Entre abril y junio empieza la época de celo, en este momento suele haber peleas entre machos. Entre 2 y 3 meses después de las cópulas tienen lugar los partos (nosotros los hemos constatado a mediados y finales de agosto). Es una especie ovovivípara que pare a sus crías vivas (lo que supone una adaptación muy grande a las zonas montañosas que poseen grandes inestabilidades en el tiempo que impediría la incubación correcta y/o a tiempo de los huevos). Las hembras, que son reproductoras a partir de unos 13 cm de longitud cabeza-cuerpo (se calcula que unos 3 ó 4 años), suelen parir entre 1 y 12 crías, que a partir de ese momento son independientes.
|
|
|
| |
|
|
|
|
Ejemplar juvenil de eslizón tridáctilo (Chalcides striatus)
| |
|
En los Montes de Valsaín lo hemos encontrado en el Cerro de Matabueyes, aunque existen más zonas potencialmente buenas para la especie. En Segovia lo hemos encontrado en zonas favorables de El Espinar, San Rafael, Vegas de Matute, Otero de Herreros, Ortigosa, etc.
Su alimentación es “carnívora” y por lo que parece dependiente de la época del año, pero por lo general se alimentan de grillos, escarabajos, hormigas, moscas, orugas, arañas, babosas, etc, e incluso se habla de que la madre puede comer las crías que han nacido muertas o mueren durante el parto (nosotros los hemos visto comer larvas de hormiga con fruición).
Tienen gran cantidad de depredadores y aunque tienen capacidad de autotomía (perdida de cola) y algunos ejemplares que hemos visto, especialmente los ejemplares más grandes, estaban en proceso de regeneración de esta, muchos ejemplares están llenos de cicatrices y marcas de depredadores.
Los depredadores en la Sierra de Guadarrama son culebras bastardas, culebras lisas europea y meridional, lagarto ocelado (fotografiado por Gabriel Martínez ), víbora hocicuda, aves como alcaudones, cernícalos, aguiluchos, águilas culebreras, cigüeñas, garzas y mamíferos como comadrejas, erizos, jabalís, turones, ginetas y zorros. |
|
|
| |
|
|
|
|
Detalle de un ejemplar adulto de eslizón tridáctilo (Chalcides striatus)
| |
|
Aunque la rumorología popular los acusa de ser terriblemente dañinos y venenosos: “si te pica (muerde o ves) el eslizón coge pala (pico) y azadón”, la realidad es que son absolutamente inofensivos, pudiendo morder al ser asido, algún ejemplar (no es lo normal), con una mordedura que no es dolorosa ni causa herida. Por supuesto, no son venenosos y son extraordinariamente ágiles en la huida, realizan movimientos muy violentos y ondulatorios del cuerpo, que hacen que se desplacen con gran habilidad entre la hierba o la arena y desaparezcan muy rápido entre esta, la vegetación o bajo piedras o troncos. Sin embargo, la especie tiene poco fondo y hemos podido comprobar que si se les sigue unos pocos metros sin perderles la pista, algo bastante difícil, terminan por pararse a descansar a los pocos segundos siendo entonces más fácil observarlos.
Es una especie que parece abundante allí donde la hemos encontrado, pero sin embargo, es muy frágil a la pérdida de hábitat y las quemas de rastrojos y bordes de carreteras y las poblaciones parecen, en algunas zonas, bastante fragmentadas.
|
|
|
| |
|
|
|