Descripción:

Sapo mediano que no suele sobrepasar los 6, 5 cm, aunque a veces puede llegar casi hata los 8 cm.. Por la forma de su cuerpo pareciera más una rana que un sapo. Tiene la cabeza ancha y aplastada, el hocico puntiagudo y la mandíbula superior es más prominente que la inferior. Tiene un tímpano casi imperceptible. Los ojos son abultados con la pupila redonda o en forma de gota hacia abajo y el iris es dorado en la parte superior volviéndose claro blancuzco en la inferior. Los miembros superiores son fuertes, poseyendo cuatro dedos sin membrana interdigital ni tubérculos en las articulaciones, únicamente  presenta tres tubérculos en la palma, siendo el interno más grande. Los miembros posteriores también son robustos pero son largos y adaptados al salto,  con cinco dedos y un sólo tubérculo pequeño en la palma en la zona más interna. La piel el lisa o con verrugas pequeñas por encima del ojo, en el dorso  y granulosa por el vientre. La coloración del dorso es muy variable existiendo formas manchadas, rayadas y otras lisas, incluso dentro de la misma población, siendo la coloración del vientre blanquecina con manchas.

Tiene dientes vomerianos dispuestos en una serie recta un poco curvada y una lengua en forma circular. Posee una franja temporal oscura que va desde el hocico al tímpano. A veces detrás del ojo hay una mancha oscura en forma de x. Tiene franjas oscuras en la parte superior de los miembros posteriores. Los machos poseen excrecencias córneas negras en la garganta, vientre y miembros.
Con frecuencia aparece un triángulo entre los ojos y hocico más claro que el resto del dorso.
El renacuajo es negro o gris muy oscuro y se va aclarando con el tiempo llegando a medir entre 25 y 35mm, tiene una cresta caudal muy ancha y la cola muy redondeada. El espiráculo se puede encontrar en el vientre en su zona central. La característica más específica es el reticulado negro que tiene en la membrana caudal visible al trasluz.

Biología y ecología:
Los sapillos pintojos son sapos endémicos de la Península Ibérica. Se parecen a las ranas pero carecen de tubérculos digitales, además de que la mancha postocular que presentan va ensanchándose hacia atrás al contrario que las ranas que la presentan donde va disminuyendo.
Los machos presentan las membranas interdigitales más anchas que las hembras de su mismo tamaño, característica que se aprecia especialmente durante el celo.
Es crepuscular y nocturno aunque está activo también en los días húmedos o lluviosos (especialmente los jóvenes), y en la Sierra de Guadarrama está activo desde Febrero a Noviembre y resulta un sapo especialmente ágil, que suele huir de sus predadores saltando en zigzag.
Existe en gran variedad de ambientes bosques, prados, pastizales, sotos y bosques de ribera, arroyos etc, siempre que haya agua y cobertura herbácea, subiendo hasta los 1600 m.
En Valsaín lo hemos encontrado en charcos temporales, prados y abrevaderos, dentro del pinar y del robledal, en zonas tan distintas como los alrededores de la vereda de la Canaleja o Navalparaíso. Para reproducirse utiliza encharcamientos temporales, fuentes, abrevaderos, lavajos, normalmente no muy profundos ni muy grandes

En Valsaín los amplexos, que son inguinales y cortos, se producen entre Abril y Junio. Donde machos aislados se agarran a las hembras, normalmente en el agua. Las hembras se aparean con varios machos poniendo en un solo día una cantidad de huevos que según autores varía de 230 a 1500 huevos, en tandas de 20 a 50, que caen directamente al fondo o entre la vegetación, aislados. Son huevos oscuros y que tardan entre 2 y 9 días en eclosionar.
Una vez eclosionado el renacuajo que empieza midiendo 3 mm, tarda entre 20 días y 2 meses en completar su desarrollo, midiendo al metamorfosearse entre 6 y 16 mm. Alcanzan la madurez sexual entre los 3 y los 5 años  y pueden llegar a vivir hasta 8 ó 10 años.
Se alimentan fundamentalmente de invertebrados: insectos (dípteros, coleópteros, formícidos e himenópteros) así como larvas y lombrices, pudiendo recurrir al canibalismo. Los renacuajos comen algas y vegetación, así como detritus.

Entre sus predadores podemos encontrar garzas, garcillas, cigüeñas, mochuelos, lechuzas, ginetas, meloncillos y nutrias.
Sobre los renacuajos pueden predar insectos acuáticos, culebras viperinas  y tritones.
Las amenazas principales sobre la especie son pérdida de hábitats de reproducción, contaminación (especialmente por nitratos), así como largos periodos de sequías.

Hasta Diciembre de 2014 se ha considerado que había dos especies de sapillos moteados en la Península Ibérica: Sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi) y Sapillo pintojo meridional (Discoglossus jeanneae), considerando que la especie que estaba presente en Valsaín era el Sapillo pintojo ibérico. Sin embargo estudios de ADN más recientes han hecho descartar el hecho de que existan dos especies en la Península Ibérica, como así lo deja ver la AHE en su actualización de la Lista Patrón de los anfibios y reptiles de España, dejando únicamente el Sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi) como única especie probada con dos subespecies Discoglossus galganoi galganoi y Discoglossus galganoi jeanneae, siendo la provincia de Segovia, un punto de solapamiento de las dos subespecies que, dado el parecido tan enorme entre ellas, hace recurrir a estudios genéticos moleculares por parte de los expertos para la total certidumbre sobre su identificación.