Descripción:

Es una planta que requiere sitios húmedos por lo que suele darse en las riberas de los ríos. Tiene tallos trepadores, que pueden estar bastante lignificados (hechos madera) en su base. La hojas son caducas y enteras las de arriba y lobuladas las de abajo, algo acorazonadas en la base, son verdes y de nervios bien visibles. La flores son violetas y amarillas y se disponen en pequeños ramillos. Los frutos son ovoides, verdes al principio y rojo brillante cuando están maduros. Es frecuente observar el fruto maduro, junto a nuevas flores en la misma planta.

Usos del fruto:

El fruto es tóxico por lo que no se debe usar, aún así, ha sido usado como depurativa y para tratar afecciones de la piel. También se afirma que son utilizados en Norteamérica para hacer confituras. Tiene un alcaloide denominado solaneína que actúa sobre el corazón. Vómitos, calambres y diarreas son algunos de los síntomas que se han citado tras la ingestión de sus bayas. Parece que los compuestos tóxicos son máximos con el fruto verde, mientras que va disminuyendo su acción con la madurez.

También se usan los frutos de manera externa para mitigar el dolor producido por las picaduras de avispas ya que parece que tiene cierta acción narcótica.

En Marruecos fue usada como afrodisíaco y sus semillas han sido encontradas en tumbas de algunos faraones.

En Valsaín se puede encontrar en las orillas del río Eresma, desde Valsaín hasta la Boca del Asno, frecuentemente mezclada con las zarzas y rosales, por lo que suele pasar desapercibida.

El nombre genérico procede del latín, solamen: alivio, calmante en alusión a sus propiedades sedantes o narcóticas.

Su sabor es primero dulce, pero luego amarga, de ahí su nombre.