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Descripción:
Arbolillo de hasta 7 metros pero rara vez alcanza esa talla. Las ramas nacen abajo y suelen ser espinosas y retorcidas. Las ramillas del año son de color púrpura oscuro por la parte superior y marrón pálido por la inferior. Corteza pardo grisácea o pardo-negruzca, que con los años se resquebraja en placas pequeñas y delgadas. Hojas caducas, ovaladas, redondeadas o cuneadas, aserradas, sin pelosidad en el haz, algo tomentosas por el envés, van perdiendo esta pilosidad según van envejeciendo en el árbol. Tienen el peciolo largo casi tan largo como la propia hoja. Flores de color rosa antes de abrirse, después son blancas con cinco pétalos. Anteras amarillas. Florece de Mayo a Junio.
El fruto es un pomo de 2,5 -4 cm de diámetro, amarillo verdoso, a veces con manchas rojizas, de sabor muy ácido. Las manzanas silvestres se pueden recolectar entre septiembre y octubre.
Se diferencia del manzano cultivado por ser normalmente espinoso, por tener las hojas adultas libres de pelosidades y por sus pequeñas manzanas de sabor áspero. |
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Usos del fruto:
La manzana contiene azúcares (glucosa y fructosa), ácidos orgánicos (ácido cítrico), vitamina C, etc...
De su fermentación se puede extraer la sidra, también se usa en alimentación industrial como estabilizador y emulsivo y en farmacia para corregir desarreglos intestinales, ya que debido a la pectina actúa como suave laxante y protege las mucosas intestinales (para este fin es mejor comerlas sin pelar). Conviene mezclarlas con otras frutas debido a su sabor ácido, pues son sabrosas y aromáticas. Se pueden consumir al horno o cocidas y también se emplean en la elaboración de compotas y pastelería.
Esta especie se encuentra salpicada por los montes. Hemos encontrado algún ejemplar en los alrededores del Ceneam, en los robledales y alrededor del Campo de Polo. También hemos encontrado ejemplares que parecen domésticos, por ejemplo en los alrededores de la puerta de Cosío. |
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