Descripción:

El serbal de los cazadores es un árbol mediano que rara vez pasa de los 10 metros de altura aunque en ocasiones puede llegar a los 15m. Tiene una corteza lisa, gris plateada, del mismo color son sus ramas jóvenes. Las hojas son compuestas (contienen pequeñas hojuelas llamadas folíolos) miden hasta 20 cm, son imparipinnadas (tienen entre 5 y 8 pares de folíolos coronadas por un último terminal), los folíolos son verdes, oscuros por el haz, algo más claros en el envés. Miden entre 2 y 9 cm de longitud y tienen el margen serrado. Las flores de 5 pétalos blancos, son muy olorosas y se muestran en corimbos terminales. Tienen de 8 a 10 mm de diámetros con 5 sépalos triangulares.

El fruto es un pomo ( de la misma naturaleza que la manzana), pero con aspecto de baya, de 6 a 10 mm de diámetro y con la corteza lisa de color rojo intenso. Los frutos maduran de septiembre a octubre, permaneciendo buena parte del invierno en el árbol.

Se encuentra desde los 1200 m.s.n.m. hasta los 1900, sobre todo en substratos rocosos o bordes de caminos.

Usos del fruto:

Los frutos son comestibles pero tienen un sabor ácido y la presencia de taninos las hacen desagradables. Además la presencia de la parasorbina los hace algo tóxicos en crudo. Tienen propiedades astringentes y son ricos en vitamina C por lo que han sido empleadas contra el escorbuto y con ellos se hace mermelada y jalea. Secos y molidos se han utilizado para hacer harina que se mezclaba con el pan.

En algunas zonas se cogieron del monte para llevarlos a los jardines y chalets montanos. Además el ramo de frutos se ha utilizado como ornamental.

Con ellos se pueden hacer algún licor, incluido el vodka que en su mezcla pura debería llevan frutos del serbal destilados.

En Valsaín se pueden encontrar ejemplares diseminados por muchas zonas del pinar, aunque los mejores ejemplares los encontramos en la ladera de Peñacitores, en la Cancha de los Alamillos, en el arroyo del Telégrafo, etc..

Son importantes en la alimentación invernal de las aves, en especial los mirlos y zorzales.

Recibe ese nombre porque se ha usado como cebo para cazar aves, del latín aucupor: cazar aves.